14. Entre les Murs (La Clase)

13.01.2015 21:00

ENTRE LES MURS: LA REALIDAD DE LA FUNCIÓN DOCENTE

Entre les murs es una película francesa estrenada en 2008 en el Festival de Cannes donde obtiene la Palma de Oro, dirigida por Laurent Cantet. El film está basado en la novela homónima escrita por François Bégaudeau. Entre les murs, mitad drama, mitad documental, narra en gran medida las experiencias de Bégaudeau como profesor de francés en una escuela de secundaria a las afueras de París.

La clase que se nos muestra presenta una gran diversidad, básicamente multicultural, formada por un grupo de aproximadamente 25 niños de 14 y 15 años. Como dato curioso, cabe mencionar que, para la película los propios estudiantes y el profesor no son actores, sino que son los propios estudiantes de Bégaudeau que aparecen en el libro. La relación estudiante-profesor que se aprecia durante toda la película es curiosamente una relación de tira y afloja; una guerra abierta constante declarada por los alumnos contra el profesor, pues el espectador admira perplejo el fracaso de la comunicación y el aprendizaje y el derrumbamiento del centro escolar como principal transmisor de conocimiento. En vez de aceptar esta situación, Bégaudeau sigue luchando de manera incansable con sus estudiantes, asumiendo casi la imposibilidad de seguir usando los métodos de enseñanza tradicionales como ocurre con la conjugación del subjuntivo, buscando la fuente de una gran resistencia intelectual por parte de sus alumnos quienes constantemente le toman el pelo, le atacan y le ponen a prueba. Sin embargo, se puede apreciar en la película un cambio radical en el momento en que Bégaudeau no tira la toalla y con paciencia, vuelve a intentarlo; esta vez con un método más informal; una enseñanza democrática.

Este método menos autoritario, con el cual invita a sus estudiantes a expresar sus opiniones y sentimientos, (en este caso a través de la autobiografía), es una variante moderna de lo que Sócrates llamaba mayéutica; una técnica basada en la generación de ideas y la expresión y el compartimiento de conocimiento. Sin embargo, aunque este método centrado en la dialéctica parecía acercar a Bégaudeau a la victoria de la batalla, tras un incidente en clase, el esfuerzo de los estudiantes vuelve a decaer. Suleiman, un estudiante disruptivo proveniente del seno de una familia africana con pocos recursos que apenas habla francés, crea un enfrentamiento con la autoridad del profesor, y es convocado para ser expulsado. Como su madre habla únicamente el idioma africano, Suleiman se encarga durante toda la reunión de traducir todo lo que se estaba diciendo en frente de toda la junta directiva. Pero ni su perfecto bilingualismo, que es un signo considerable de habilidad intelectual, ni su difícil situación familiar, es tomado en cuenta en el consejo disciplinar; por lo que desgraciadamente pasa desapercibido por las autoridades del centro que deciden finalmente enviarle a otro colegio. Así, esto podría considerarse un conmovedor ejemplo de cómo funciona el sistema educativo, de cómo deshecha a los estudiantes fuera del sistema en vez de buscar soluciones a este tipo de problemas.

En conclusión, Entre les Murs es una clara metáfora del fracaso de la integración a la diversidad y las necesidades de los alumnos con comportamiento perturbador, y de cómo ciertos individuos pierden el equilibrio entre las paredes y los muros del sistema educativo. La clase que se nos presenta es un caos en el que la relación profesor-alumno es frágil y nos muestra que a pesar de los esfuerzos de Bégaudeau de sacarlos adelante, se ve sólo frente a ellos por falta del apoyo de los propios compañeros docentes y la dirección. A pesar de la poco esperanzadora visión que se le muestra al espectador, también vemos en esta guerra intelectual resquicios de cambio a través de la pasión del educador que intenta, aunque parezca imposible, adentrarse en el contexto que rodea al alumno para poder construir un paisaje de rostros y actitudes de lo más diversos y heterogéneos. Y es que, cada individuo tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas resquebrajadas, pero debemos considerar que siempre hay una posibilidad para sacar partido a esas grietas y obtener buenos resultados.

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